Un solo plano, de tres minutos y treinta y siete segundos, en cámara lenta. Empieza siendo un plano detalle de unos dedos sosteniendo un choripán; termina siendo el reflector de una cancha de básquet en los suburbios de una ciudad, bajo el cielo gris que amenaza de a luces ya la lluvia. De los dedos que aparecen al principio, no se tarda en llegar a un primer plano de su propietario, mediante un zoom que se aleja. Este rápido reconocimiento, más una breve mirada a la cámara por parte del chico, y la modulación en su boca de un pedacito de letra ( ¿en dónde estabas? ), hacen sentir que el videoclip está filmado desde su perspectiva: se nos pide que miremos el pequeño mundo retratado ahí desde sus ojos, desde su incapacidad, desde su no-acción, desde su pavor a tocar lo intocable (no vaya a ser cosa… ¿y si no?... ni ahí…). El protagonista rellena con su comportamiento el arquetipo del enamorado que sufre de pavor hacia su amada , de pavor al éxito y al fracaso, y hasta al inte
Desde el verano de 1996