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El arte de amar, por Erich Fromm. Extractos y comentarios al margen.

El arte de amar. Erich Fromm (1900-1980). Traducción: Noemí Rosenblatt. 1ra edición, 10ma reimpresión. Buenos Aires: Paidós. 2015. Original: 1956.

Para la mayoría de la gente, el problema del amor consiste fundamentalmente en ser amado, y no en amar, no en la propia capacidad de amar. De ahí que para ellos el problema sea cómo lograr que se los ame … [13]

… ser útil, modesto, inofensivo … [14]

La segunda premisa que sustenta la actitud de que no hay nada que aprender sobre el amor, es la suposición de que el problema del amor es el de un objeto y no de una facultad. La gente cree que amar es sencillo y lo difícil encontrar un objeto apropiado para amar ―o para ser amado por él―. [14]
[Á: “La gente”]

«Atractivo» significa habitualmente un buen conjunto de cualidades que son populares y por las cuales hay demanda en el mercado de la personalidad. [15]

… la sensación de enamorarse sólo se desarrolla con respecto a las mercaderías humanas que están dentro de nuestras posibilidades de intercambio. [16]

… consideran la intensidad del apasionamiento, ese estar «locos» el uno por el otro, como una prueba de la intensidad de su amor, cuando sólo muestra el grado de su soledad anterior. [17]

El amor, la respuesta al problema de la existencia humana
[Á: ¿es un problema la existencia humana?]

La necesidad más profunda del hombre es, entonces, la necesidad de superar su separatidad, de abandonar la prisión de su soledad. El fracaso absoluto en el logro de tal finalidad significa la locura, porque el pánico del aislamiento total sólo puede vencerse por medio de un retraimiento tan radical del mundo exterior que el sentimiento de separación se desvanece ―porque el mundo exterior, del cual se está separado, ha desaparecido. [24]

Si soy como todos los demás, si no tengo sentimientos o pensamientos que me hagan diferente, si me adapto en las costumbres, las ropas, las ideas, al patrón del grupo, estoy salvado; salvado de la temible experiencia de la soledad. [28]
[Á: quizá eso sea la soledad: sentir que no hay ningún lugar social donde poder ejecutar con espontaneidad y alegría tus costumbres, ropas, ideas y patrones. O tener alrededor demasiadas costumbres, ropas, ideas y patrones que te desagradan y/o entristecen]

El hombre se convierte en «ocho horas de trabajo», forma parte de la fuerza laboral, de la fuerza burocrática de empleados y empresarios. Tiene muy poca iniciativa, sus tareas están prescritas por la organización del trabajo; incluso hay muy poca diferencia entre los que están en los peldaños inferiores de la escala y los que han llegado más arriba. Aun los sentimientos están prescritos: alegría, tolerancia, responsabilidad, ambición [32] y habilidad para llevarse bien con todo el mundo sin inconvenientes. Las diversiones están rutinizadas en forma similar, aunque no tan drástica. Los clubes del libro seleccionan el material de lectura; los dueños de cinematógrafos y salas de espectáculos, las películas, y pagan, además, la propaganda respectiva; el resto también es uniforme: el paseo en coche del domingo, la sesión de televisión, la partida de naipes, las reuniones sociales. Desde el nacimiento hasta la muerte, de lunes a lunes, de la mañana a la noche: todas las actividades están rutinizadas y prefabricadas. [33]

La forma pasiva de la unión simbiótica es la sumisión, o, para usar un término clínico, el masoquismo. La persona masoquista escapa del intolerable sentimiento de aislamiento y separatidad convirtiéndose en una parte de otra persona que la dirige, la guía, la protege, que es su vida y el aire que respira, por así decirlo. [35]

La persona masoquista no tiene que tomar decisiones, ni correr riesgos; nunca está sola, pero no es independiente; carece de integridad, no ha nacido aún totalmente. [36]

La forma activa de la fusión simbiótica es la dominación, o, para utilizar el término correspondiente a masoquismo, el sadismo. [36]
La persona sádica es tan dependiente de la sumisa como ésta de aquélla; ninguna de las dos puede vivir sin la otra. [36]

Lo que no se tiene en cuenta es la motivación de la actividad. Consideremos, por ejemplo, el caso del hombre al que una profunda sensación de inseguridad y soledad impulsa a trabajar incesantemente; o del otro movido por la ambición, o el ansia de riqueza. En todos esos casos, la persona es esclava de una pasión, y, en realidad, su actividad es una «pasividad», puesto que está impulsada; es la que sufre la acción, no la que la realiza. [38]
[Á: muy cuestionable, pero analizable.]

Algunos hacen del dar una virtud, en el sentido de un sacrificio. Sienten que, puesto que es doloroso, se debe dar, y creen que la virtud de dar está en el acto mismo de aceptación del sacrificio. [40] 

Para el carácter productivo, dar posee un significado totalmente distinto: constituye la más alta expresión de potencia. En el acto mismo de dar, experimento mi fuerza, mi riqueza, mi poder. Tal experiencia de vitalidad y potencia exaltadas me llena de dicha. Me experimento a mí mismo como desbordante, pródigo, vivo, y, por tanto, dichoso. Dar produce más felicidad que recibir, no porque sea una privación, sino porque en el acto de dar está la expresión de mi vitalidad. [40]
[Á: suena algo prepotente, pero tiene su lógica.] 

El amor es la preocupación activa por la vida y el crecimiento de lo que amamos. Cuando falta tal preocupación activa, no hay amor. [44]

Respeto … denota … ver a una persona tal cual es, tener conciencia de su individualidad única. … el respeto implica la ausencia de explotación. [46]

Tal experiencia de ser amado por la madre es pasiva. No tengo que hacer nada para que me quieran ―el amor de la madre es incondicional―. Todo lo que necesito es ser ―ser su hijo―. El amor de la madre significa dicha, paz, no hace falta conseguirlo, ni merecerlo. [60]

El amor sólo comienza a desarrollarse cuando amamos a quienes no necesitamos para nuestros fines personales. [70]
[Á: me recuerda al fragmento de La Insoportable Levedad del Ser, la de que Teresa ama a Tomás porque lo necesita.]

Sus cuidados exagerados no obedecen a un amor excesivo al niño, sino a que debe compensar su total incapacidad de amarlo. [86]
[Á: el enamoramiento “eufórico” y dramáticamente “abnegado” como intento de demostrarse a sí mismo que se es capaz de amar. Demostrarse lo que no es.
El amor como forma de murmullo (el murmullo/silencio de lo que funciona. Barthes.)]

… se le enseña, bajo la máscara de la virtud, a no disfrutar de la vida. [87]

[Á: “Falta de productividad” como “no poder traer mundos”.]

«Mis palabras son muy fáciles de conocer y muy fáciles de practicar; pero no hay nadie en el mundo capaz de conocerlas y practicarlas.» [102] [Citando alguna traducción del Tao]

… no conocer [y sin embargo pensar] que conocemos es una enfermedad» [102] [Citando alguna traducción del Tao. Los corchetes en la cita son de Fromm.]

«El que conoce [el Tao] no (necesita) hablar (sobre él); el que está [siempre dispuesto a] hablar sobre él no lo conoce». [103] [Citando alguna traducción del Tao. Otra vez los corchetes en la cita son de Fromm]

… el pensamiento ―a pesar de su fino discernimiento― es «sólo un más sutil horizonte de ignorancia, en realidad, el más sutil de todos los engañosos recursos de maya». [104] [La cita entre llavecitas ¿es de H.R.Zimmer?]

Todas las criaturas contienen una negación: una niega que es la otra … [105] [Citando a Meister Eckhart]

Esa tolerancia está bellamente expresada en la historia de varios hombres a quienes se pidió que describieran un elefante en la oscuridad. Uno de ellos, tocándole la trompa, dijo: «Este animal es como una cañería»; otro, tocándole la oreja, dijo: «Este animal es como un abanico»; un tercero, tocándole las patas, lo describió como una columna. [107]

El capital domina el trabajo; las cosas acumuladas, lo que está muerto, tiene más valor que el trabajo, los poderes humanos, lo que está vivo. [114]
[Á: lo que no puedo comprobar fácilmente como acumulado y contabilizarlo una y otra vez, no vale. Si existiera una maquinita que pusiera alguna unidad de medida al esfuerzo diario de cada persona, en la actividad que sea, y lo fuera acumulando, quizá el esfuerzo podría ser valioso y usarse como moneda de cambio.]

Es la descripción de un «egotismo à deux», de dos personas que aman sus intereses comunes y se unen frente a un mundo hostil y enajenado. [126]

Si la naturaleza de la salud mental consiste en salir de las entrañas al mundo, la naturaleza de la enfermedad mental aguda [129] es la atracción hacia las entrañas, a introducirse nuevamente en ellas ―y eso equivale a ser arrebatado de la vida―. [130]
[Á: ¿La enfermedad mental es introvertirse (sin regreso)?]

… los «conflictos» de la mayoría de la gente constituyen, en realidad, intentos de evitar los verdaderos conflictos reales. [136]
[Á: mmm… suena a subestimación, pero es analizable.]

El hombre moderno piensa que pierde algo ―tiempo― cuando no actúa con rapidez; sin embargo, no sabe qué hacer con el tiempo que gana ―salvo matarlo. [146]

Parece, sin embargo, que la proporción de aficionados en el arte de amar es notablemente mayor que en las otras artes. [146]

… las cosas importantes, tanto como las insignificantes, toman una nueva dimensión de la realidad, porque están llenas de la propia atención. [150]

… los ensueños u otras actividades escapistas. [154]

… muchísima gente no ha conocido nunca a alguien que funciona óptimamente. Toman el funcionamiento psíquico de sus padres y parientes, o del grupo social en el que han nacido, como normal … [154]
[Á: interesante; es cierto que muchas actitudes destructivas o innecesariamente violentas son aprendidas como actitudes cotidianas, normales, "así es el mundo" "así es la vida", por personas que vivieron rodeadas de ellas, pero aún así, ¿quién decide lo que es "funcionar óptimamente"?]

… la condición fundamental para el logro del amor es la superación del propio narcisismo. En la orientación narcisista se experimenta como real sólo lo que existe en nuestro interior, mientras que los fenómenos del mundo exterior carecen de realidad de por sí y se experimentan sólo desde el punto de vista de su utilidad o peligro para uno mismo. [156]

Estar plenamente despierto es la condición para no aburrirnos o aburrir a los demás ―y sin duda [168] no estar o no ser aburrido es una de las condiciones fundamentales para amar―. [169]

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