Siddharta. Hermann Hesse. Caracas: Lucemar C.A. (No dice año de impresión). (Libro original: 1922). Traducción: Pedro Villalobos.
―Viniste ―dijo Siddharta, y esbozó una sonrisa
―Vine ―dijo el amigo. [17]
todo era mentira … [19]
Y esta era su meta: No ser más un yo, fallecer para sí mismo … [20]
… ningún anhelo, ningún deseo, ningún esfuerzo, solo paz y luz. [36]
[Á: luz para conectar la heladera.]
El mundo era hermoso cuando se le miraba de esa manera, sin buscar nada, tan infantil y sencillamente. [52]
[Á: Pizarnik: "Y sobre todo mirar con inocencia. Como si no pasara nada, lo cual es cierto."]
Andar así por el mundo era hermoso y amable, tan infantilmente, tan sin desconfianza, tan despierto, tan accesible a lo cercano. [52]
Siddharta, eres obediente, así que debes aprender esto: el amor se puede pedir, comprar, recibirlo como un obsequio, hallarlo en la calle, pero jamás se puede robar. [60]
[Á: agregamos “aprender”?]
―Eso lo sabe cualquiera, amigo. Debes hacer lo que aprendiste, y exigir por ello trajes, calzado y dinero. De otro modo, el pobre jamás tendrá dinero. ¿Qué sabes hacer?
―Sé esperar. Sé ayunar. Sé pensar.
―¿Sólo eso?
―Sí, solo eso. Bueno, también sé hacer versos. [62]
[Á: el colmo de la inutilidad este muchacho]
… cuando lanzas una piedra al agua se va al fondo por el sendero más corto. De esa manera ocurre cuando Siddhartha se propone algo. Siddhartha ayuna, espera, piensa, y no hace nada, pero, igual que la piedra a través del agua, avanza a través de las cosas del mundo, sin moverse, sin hacer nada; se deja caer después de ser empujado. Su objetivo le atrae, ya que no permite que en su alma penetre nada que pueda obstaculizarle el camino hacia su objetivo. Esto es lo que Siddhartha aprendió al lado de los samanas. [66]
Todos pueden hacer maravillas, todos pueden alcanzar su objetivo si saben ayunar, si saben esperar, si saben pensar. [66]
Observaba a los hombres vivir de un modo infantil o bestial que, a la vez, le gustaba [73] y despreciaba. Los veía afanarse, los veía sufrir y envejecer por cosas que consideraba completamente indignas de este precio, por el dinero, por pequeños placeres, por mínimos honores, los miraba pelear entre sí y ofenderse. [74]
Después, por un instante se daba cuenta de que llevaba una existencia rara, que hacía cosas ostentosas, que solo eran un juego, que estaba excesivamente contento y en ocasiones sentía paz, pero que, sin embargo, la propia existencia se deslizaba junto a él y no le tocaba. [75]
Realmente jamás se había perdido ni entregado completamente a otra persona, jamás se había olvidado tanto de sí mismo, ni había hecho las locuras del amor por culpa de otro; jamás lo había podido hacer, y esto era, como le pareció en aquel momento, la enorme diferencia que le alejaba de los hombres-niños. Sin embargo ahora, desde que allí estaba su hijo, él, Siddhartha, también se había transformado en un hombre-niño que sufre por causa de otro, que ama a otro ser, perdido en un amor, que se ha vuelto demente debido a un amor. Después sintió también esta fuerte y rara pasión una vez en la vida; sufrió con ella, sufrió penosamente, y no obstante era feliz … [126]
Ah, amigo, te noto sufrir, pero sufres unas tristezas de las que uno se podría reír, de las que tú mismo te vas a reír muy pronto. [128]
… esa llaga no se la habían dado para hurgar en ella, sino para que sangrara y brillara. Sin embargo, le afligió que, en aquella hora, la llaga no sangrara ni brillara. [130]
―Cuando alguien busca ―dijo Siddhartha―, frecuentemente sucede con facilidad que sus ojos únicamente ven la cosa que anda buscando, que no puede hallar nada, que no deja entrar nada en su interior, porque siempre está pensando en lo que está buscando, porque tiene un objetivo, porque está poseído por este objetivo. Buscar significa tener un objetivo. Pero hallar significa ser libre, estar abierto a todo, no tener un objetivo. [144]
Los conocimientos se pueden transmitir, pero la sabiduría no. Se la puede hallar, se la puede vivir, se puede ser arrastrado por ella, con ella se puede hacer milagros, pero no se la puede enseñar y expresar. [146]
Govinda, he hallado un pensamiento que podrás tomar a broma o por estupidez, pero que es [146] mi mejor pensamiento. Es el que dice: “¡Lo opuesto de cada verdad es igualmente verdadero!”. [147]
… lo que es siempre igual debe ser siempre algo diferente cuando se lo expresa, se debe engañar un poco, se debe presentar de una manera algo extravagante. [149]
… lo que para un ser humano tiene mucho valor y está lleno de sabiduría, para otro siempre suena a estupidez. [150]
[Á: ¿por qué defenderse del discurso de la otra persona a través del aburrimiento o la estupidez? ¿por la sencilla pereza ante el esfuerzo que implicaría un posible cambio? ¿por mero orgullo (y terror al sin-sentido) que impide aceptar que mi verdad es tan solo capricho y su lugar podría ser ocupado por cualquier otra verdad?]
No hay nada que sea nirvana; solamente hay la palabra nirvana. [150]
… de los pensamientos no espero mucho. Espero más de las cosas. [150]
… el eterno buscar, el eterno no hallar. [153]
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