Aclaración: No pretendo hacer una crítica real del siguiente libro, no voy a hablar de él como estudiante de artes ni voy a pretender hacerme el crítico de literatura; hablaré de él sólo como un muchacho de 19 años que se sentó a leer un libro.
"Utsukushisa to kanashimi to" (美しさと悲しみと), traducido al español como "Lo Bello y lo Triste", es una novela del escritor japonés Yasunari Kawabata, nacido en 1899 y fallecido en 1972. Es el último libro que leí. En él aparecen: Oki, un escritor al que no le cuesta demasiado serle infiel a su esposa, y de hecho, escribe una de sus aventuras en forma de novela y con ella logra tanto la fama como el sostén económico; Otoko, una ya adulta artista plástica que en su juventud inspiró aquella novela escrita por Oki, con quien quedó embarazada a los 16 años (cuando él tenía 30), pero el bebé no sobrevivió al parto, y aunque su madre los alejó desde aquella vez, sigue enamorada de él, así cómo él de ella; Fumiko, la desafortunada esposa de Oki, que por alguna razón (quizá sus dos hijos, quizá la conveniencia económica, quizá la cultura en la que vive, o quizá un amor totalmente ciego) ni siquiera se plantea la posibilidad de separarse de aquel hombre que parece no haberla amado nunca; Keiko, aprendiz, admiradora y joven enamorada de Otoko, que busca de manera oscura y cínica vengarse de aquel escritor que arruinó la vida de su preciada compañera; y Taichiro, el hijo mayor de Oki, quien cae seducido en la trampa de la hermosa Keiko.
Si hay algo que me atrae de la estética japonesa, es su obsesión y su amor por la nostalgia, por los recuerdos, por lo que en algún momento sucedió pero ya no sucede más, aunque parezca sobrevivir aún en nuestra memoria. Creo que no se trata sólo de un gusto por la nostalgia, sino de la nostalgia casi como una forma de vida: hasta el presente mismo se ve nostálgicamente, pues se sabe que en unos instantes ya no será presente, sino un simple recuerdo. Hay mucho de eso en este libro. El amor entre Oki y Otoko es algo que aún vive en el interior de ambos, incluso si fue un amor secreto entre un adulto casado y una simple adolescente, incluso si les trajo tanto dolor, incluso si ninguno de los dos desea volver a vivirlo. El recuerdo y el sentimiento siguen ahí. Es como si algo que produce felicidad, pero paralelamente produce dolor, fuera mucho mejor que algo que simplemente produce felicidad; es como si fuera adictivo, quizá por ser más "completo", por tener las dos caras del bien y del mal en lugar de sólo una.
En sus páginas hay una especie de obsesión respecto a los senos y a los pezones. No es que se pase todo el libro hablando de ellos, en realidad es una obsesión muy bien controlada (aunque se nota que está ahí), pero los describe cada vez que tiene la oportunidad de hacerlo. No leí mucho del autor, pero parece que es parte de su estilo. También se nota cómo se ve especialmente atraído por los dedos, los oídos, y los cuellos (incluyendo la nuca). A mí siempre me pareció el cuello una de las partes más interesantes del cuerpo humano, quizá porque es sensible, un delgado puente que mantiene la indispensable unión entre la cabeza y el resto del cuerpo.
En fin. A continuación dejo algunas citas del libro:
“Al masticar aquellos bocadillos de arroz, sintió el perdón de la mujer en su lengua y en sus dientes. No, no era perdón, era amor. Estaba seguro de que era amor."
“Sentía que aquella criatura veía con extrema claridad su carácter y su vida, porque lo amaba.”
“—Me temo que voy a sentirme tentado de soñar con usted.
—¡Ay, por favor, hágalo! ¡Sueñe conmigo todo lo que quiera!”
“De aquella hermosa garganta surgían palabras aterrantes.”
"—Sí, en invierno hace mucho frío aquí —asintió Otoko.
—Dudo de que perdure hasta el invierno.
—¿A qué te refieres?
—A su amor. Algunos de ellos ya no tendrán ganas de ver al otro para entonces.
—¿De modo que pensabas eso? ¿Por qué tienes que preocuparte por una cosa así, a tu edad?
—¡Porque no soy una tonta como tú, que has pasado veinte años enamorada de alguien que arruinó tu vida!"
"—Lo que más te conviene es estar lejos de mí —Otoko trataba de hablar con calma.
—¿Acaso te has alejado ya de mí en tu corazón?
—¡Por supuesto que no!
—¡Qué suerte! ¡Me sentía tan desgraciada al pensar que habías terminado conmigo!
—Fuiste tú quién insistió en hablar de eso.
—¿Yo? ¿Crees que yo te dejaría?
Otoko no habló.
—¡Nunca! —estalló Keiko y una vez más tomó el meñique de Otoko y lo mordió.
—¡Ay! ¡Me haces daño y lo sabes!
—Fue mi intención."
"Los recuerdos de Oki revivían en cuanto advertía que un hombre estaba enamorado de ella. Más que recuerdos, eran su realidad."
"En ese instante podía matarla con toda facilidad: bastaba un simple tajo en la parte más adorable de su cuerpo."
"Nadie se da cuenta, pero estoy envuelta en un arco iris de verano... en un atardecer de montaña."
"El cuello esbelto significa que una nunca ha amado a un hombre. Eso es lo que dice la señorita Ueno. Pero me enfurecería enamorarme, si eso me hace engordar."
"El tiempo corre de la misma manera para todos los seres humanos; pero todo ser humano flota de distinta manera en el tiempo."
"—Pero me gustaría que hubieras pensado en mí.
Taichiro no replicó.
—¿No me lo vas a decir?
—Estuve pensando en ti.
—Te forcé a que me lo dijeras."
"¡Soy demasiado feliz! Hoy lloraría ante el menor roce de tu piel."
"—Es tan extraño estar aquí contigo... por momentos me pregunto dónde estoy.
—Yo también —murmuró Keiko y se clavó las uñas en las palmas—. Y me pregunto quién es el que está a mi lado."
"Utsukushisa to kanashimi to" (美しさと悲しみと), traducido al español como "Lo Bello y lo Triste", es una novela del escritor japonés Yasunari Kawabata, nacido en 1899 y fallecido en 1972. Es el último libro que leí. En él aparecen: Oki, un escritor al que no le cuesta demasiado serle infiel a su esposa, y de hecho, escribe una de sus aventuras en forma de novela y con ella logra tanto la fama como el sostén económico; Otoko, una ya adulta artista plástica que en su juventud inspiró aquella novela escrita por Oki, con quien quedó embarazada a los 16 años (cuando él tenía 30), pero el bebé no sobrevivió al parto, y aunque su madre los alejó desde aquella vez, sigue enamorada de él, así cómo él de ella; Fumiko, la desafortunada esposa de Oki, que por alguna razón (quizá sus dos hijos, quizá la conveniencia económica, quizá la cultura en la que vive, o quizá un amor totalmente ciego) ni siquiera se plantea la posibilidad de separarse de aquel hombre que parece no haberla amado nunca; Keiko, aprendiz, admiradora y joven enamorada de Otoko, que busca de manera oscura y cínica vengarse de aquel escritor que arruinó la vida de su preciada compañera; y Taichiro, el hijo mayor de Oki, quien cae seducido en la trampa de la hermosa Keiko.
Si hay algo que me atrae de la estética japonesa, es su obsesión y su amor por la nostalgia, por los recuerdos, por lo que en algún momento sucedió pero ya no sucede más, aunque parezca sobrevivir aún en nuestra memoria. Creo que no se trata sólo de un gusto por la nostalgia, sino de la nostalgia casi como una forma de vida: hasta el presente mismo se ve nostálgicamente, pues se sabe que en unos instantes ya no será presente, sino un simple recuerdo. Hay mucho de eso en este libro. El amor entre Oki y Otoko es algo que aún vive en el interior de ambos, incluso si fue un amor secreto entre un adulto casado y una simple adolescente, incluso si les trajo tanto dolor, incluso si ninguno de los dos desea volver a vivirlo. El recuerdo y el sentimiento siguen ahí. Es como si algo que produce felicidad, pero paralelamente produce dolor, fuera mucho mejor que algo que simplemente produce felicidad; es como si fuera adictivo, quizá por ser más "completo", por tener las dos caras del bien y del mal en lugar de sólo una.
En sus páginas hay una especie de obsesión respecto a los senos y a los pezones. No es que se pase todo el libro hablando de ellos, en realidad es una obsesión muy bien controlada (aunque se nota que está ahí), pero los describe cada vez que tiene la oportunidad de hacerlo. No leí mucho del autor, pero parece que es parte de su estilo. También se nota cómo se ve especialmente atraído por los dedos, los oídos, y los cuellos (incluyendo la nuca). A mí siempre me pareció el cuello una de las partes más interesantes del cuerpo humano, quizá porque es sensible, un delgado puente que mantiene la indispensable unión entre la cabeza y el resto del cuerpo.
En fin. A continuación dejo algunas citas del libro:
“Al masticar aquellos bocadillos de arroz, sintió el perdón de la mujer en su lengua y en sus dientes. No, no era perdón, era amor. Estaba seguro de que era amor."
“Sentía que aquella criatura veía con extrema claridad su carácter y su vida, porque lo amaba.”
“—Me temo que voy a sentirme tentado de soñar con usted.
—¡Ay, por favor, hágalo! ¡Sueñe conmigo todo lo que quiera!”
“De aquella hermosa garganta surgían palabras aterrantes.”
"—Sí, en invierno hace mucho frío aquí —asintió Otoko.
—Dudo de que perdure hasta el invierno.
—¿A qué te refieres?
—A su amor. Algunos de ellos ya no tendrán ganas de ver al otro para entonces.
—¿De modo que pensabas eso? ¿Por qué tienes que preocuparte por una cosa así, a tu edad?
—¡Porque no soy una tonta como tú, que has pasado veinte años enamorada de alguien que arruinó tu vida!"
"—Lo que más te conviene es estar lejos de mí —Otoko trataba de hablar con calma.
—¿Acaso te has alejado ya de mí en tu corazón?
—¡Por supuesto que no!
—¡Qué suerte! ¡Me sentía tan desgraciada al pensar que habías terminado conmigo!
—Fuiste tú quién insistió en hablar de eso.
—¿Yo? ¿Crees que yo te dejaría?
Otoko no habló.
—¡Nunca! —estalló Keiko y una vez más tomó el meñique de Otoko y lo mordió.
—¡Ay! ¡Me haces daño y lo sabes!
—Fue mi intención."
"Los recuerdos de Oki revivían en cuanto advertía que un hombre estaba enamorado de ella. Más que recuerdos, eran su realidad."
"En ese instante podía matarla con toda facilidad: bastaba un simple tajo en la parte más adorable de su cuerpo."
"Nadie se da cuenta, pero estoy envuelta en un arco iris de verano... en un atardecer de montaña."
"El cuello esbelto significa que una nunca ha amado a un hombre. Eso es lo que dice la señorita Ueno. Pero me enfurecería enamorarme, si eso me hace engordar."
"El tiempo corre de la misma manera para todos los seres humanos; pero todo ser humano flota de distinta manera en el tiempo."
"—Pero me gustaría que hubieras pensado en mí.
Taichiro no replicó.
—¿No me lo vas a decir?
—Estuve pensando en ti.
—Te forcé a que me lo dijeras."
"¡Soy demasiado feliz! Hoy lloraría ante el menor roce de tu piel."
"—Es tan extraño estar aquí contigo... por momentos me pregunto dónde estoy.
—Yo también —murmuró Keiko y se clavó las uñas en las palmas—. Y me pregunto quién es el que está a mi lado."
Comentarios
Publicar un comentario