Todo lo que soy capaz de (no) decir. Violeta Vazquez. Buenos Aires: Del Nuevo Extremo. 2018. Niño con ropas de razonable. Aterrado con boinas de caminante. Hecho a sí mismo, siempre pudiendo. Cuando no puede, pudiendo. Cuando no sabe, sabiendo. [14] Escapando del devaluado “sí mismo” y en busca de ser la mitad de algo distinto. [16] El error te elonga la identidad … [20] ¿A quién cuidás con tu locura? [23] Nada de su cuerpo me produce asco, nada de su andar, de lo que puedo ver, sentir, oler, gustar. En cambio, me asqueo de su lenguaje abultado, de sus argumentaciones indiscutibles, de su habilidad para manipular cualquier discurso. [24] Es arte de cierta gente, el hacerse imprescindible. [27] Los vínculos están hechos para la desilusión del Yo, que quiere controlar, dominar y clasificar las experiencias en cajones conocidos. Los vínculos sobreviven si dejamos que nuestras identidades se vean profundamente afectadas, desconsolidadas y deconstruidas. Los vínculos son el mayor desafío d
Desde el verano de 1996