“Las otras dos parejas se habían constituido por intercambio de su elemento hembra legal, y el ritmo de los latidos probaba sin discusión posible que el intercambio no se limitaba a la ocasión presente.”
[p21]
[Á: La felicidad como estado en que el ser se estanca. Buscar otros ejemplos. Explayarse/Volverse playa.]
[Á: PASEAR: sobreabundar de pasos un preparado.
PACEAR: hacer las paces.
Á: elemento hembra legal, especie de rimbombancia policial]
[Á: la mejor manera de explicarlo es hacerlo. ¿Dónde leí eso?
Recordar a san Francisco: la manera de construir un templo es construirlo.
Hacer lo que se quiere expresar; discursos que además de palabra sean acción. (El abrazo como hecho que expresa algo ajeno a sí mismo y como acción independiente, autosuficiente y aparte respecto a aquello relativamente expresable que lo motiva)
Pero no olvidar que la palabra pronunciada siempre es una acción. Su alcance a veces es terrible o maravillosamente inimaginado.]
―Precisamente ―dijo Wolf ―, como es un juego hay que ser el mejor. Si no, es una estupidez y basta.”
[p33]
“—Cómo va a sentarme bien una cosa que me aburre tanto ―dijo el senador.
—Todo es aburrido —dijo Wolf —, y, sin embargo, se hacen cosas…
—¡Oh! Usted ―dijo el senador―, con la excusa de que nada le divierte, se cree que todo el mundo está harto de todo.
―Bueno —dijo Wolf —, en este momento, ¿cuál es tu mayor deseo?
―Si le hicieran a usted la misma pregunta —dijo el senador—, se vería en un aprieto para contestar, ¿eh?”
[p34]
[Á: Tal vez sentirse mal o culpable por la falta de entusiasmo (sentir que se desperdician recursos) e intentar refugiarse en el entusiasmo ajeno. Una especie de “mal de otro consuelo de tonto” pero invertido hacia las virtudes: “bien de otro consuelo de triste”.]
[Á: ¿De todo lo que queremos, qué es lo que queremos? (Opciones: reemplazar el segundo QUEREMOS por AMAMOS, o NOS SEDIENTA)]
[Á: Manifestar: hacer una fiesta tirando mucho maní al cielo.]
—¡Y a mí qué me importa el mundo! —dijo el uapití.”
[p45]
[Á: Y las intenciones.]
“Y se besaron de nuevo. La noche se acercaba. Los vio y se detuvo antes de llegar a ellos, para no molestarlos. Mejor sería que fuera a acompañar a Wolf, que regresaba en aquel momento. Al cabo de una hora, todo estaba a oscuras, menos un círculo de sol en el que había los ojos cerrados de Folavril y los besos de Lazuli, en medio del vapor que desprendían sus cuerpos.”
[p49]
[Á: Alguna vez escribí, ¿o no? que la memoria es pura creatividad. Con frecuencia me recuerdo en algún lugar, pero aparezco en la escena como un actor, (¿cómo puedo recordarme desde fuera de mi propio cuerpo?) y el sitio se ve como se encuentra en la actualidad (antes había otras plantas, o estaba pintado de otro color), entre otras cosas. (Recuerdo, por ejemplo: jugar en la galería de mi casa con los juguetes que recibí una navidad y un día de reyes, pero más allá de la galería veo en el recuerdo las plantas y algunos senderos en el patio que son actuales, y que aquel tiempo no existían). Pero, quizá, el recuerdo, los hechos, sean reales, y estén guardados en una especie de código inaccesible, por lo que podemos acceder a ellos sólo mediante ese tipo de imágenes fraudulentas; una mera metáfora, o quizá simples parches; un sueño, en definitiva.]
[Á: Ilusión de los merecimientos y del progreso. (Similar a la ilusión de que la experiencia siempre es pedagógica: si no hay un procesamiento de la información recolectada luego de una equivocación o una tragedia o cualquier circunstancia, no hay nuevas maneras/estrategias factibles de ser aplicadas en situaciones futuras). Cada victoria y cada derrota no son más que eso.]
[Á: no percibo como humillante a la ensaladilla rusa y el jamón, comerlos en familia y en soledad sería puro disfrute; percibo como humillante que alguien me observe comer ensaladilla y jamón, y tal escena ocasione en su imagen que invente de mí una pérdida de valor, una degradación. Miedo al rechazo.
¿Y de dónde viene el miedo a lo que piensan de mí personas que ni siquiera conozco? A veces incluso le tememos a la opinión de personas que nos desagradan.]
[Á: puede que sea un error de subestimación o de distracción usar la palabra niñez como raíz para un sustantivo descalificativo (niñería), pero tras presenciar los llantos falsos y las dramáticas disputas de algunas personitas infantes, lo entiendo. La niñez no es tan sabia ni tan risueña como a veces nos gusta alabar.]
[Á: la pifiada con trazas católicas de Pedro Pastor, eso de “desnudarse sin sexualizarse”. Posible solución (¿a qué?): sexualizarlo todo, principalmente los asuntos ya tenidos como sexuales, comprender y aceptar su simpleza y sus beneficios. O, en su lugar: desexualizar los asuntos tenidos como sexuales: que invitar a coger a una amistad o a colegas de trabajo sea tan cotidiano y bien visto como invitarles a tomar mate por la tarde o a cenar; y que jamás se acepte una invitación por presiones de ningún tipo, siempre una reciprocidad honesta y limpia, siempre una total y fraternal libertad para decir que no y pasar a otro asunto.]
“―En el mar ―dijo Sandre ―hay mucha variedad. No hay dos olas que se parezcan. Aquí todo es lo mismo. Casas y más casas. Así no hay manera.”
[p95]
[Á: mi fascinación por el mar me permite observar en cada ola un acontecimiento irrepetible, perfectamente distinguible; mi indiferencia, tal vez mi hartazgo hacia lo urbano, me fuerza a percibir en cada casa la misma aburrida casa, ad infinitum.]
[Á: Sustituir un misterio por una palabra. La acción cotidiana de nomenclaturar experiencias sensoriales, incluidas las pulsiones que parecen inventarse dentro y solemos llamar sentimientos.
Recuerdo también a aquel chino citado por Alejandro Dolina, el que decía que todo lenguaje es una adivinanza porque se trata de un entramado de sustituciones.]
[Á: Boris escribe sarcastifloso. También podría ser sarcastifiloso/fo]
[Á: Boris escribe Tenga ganas o no, volveré, es inevitable. También podría ser Tenga ganas o no volveré; es decir, si no tenés ganas, no voy a volver; tenés que tener ganas para que yo vuelva.
Á: Postigo, tiempo ulterior a habitar tu compañía.
Marrones: ronroneos del mar. / Ron de agua de mar.
Pantalla, Pantallador: sinónimo de panadero, o persona que le da forma al pan.
Escalinata. Es cal y nata.]
“―Sí ―respondió Wolf ―. Deberíamos avergonzarnos de nuestro desgaste.
―Pero si a todo el mundo le ocurre lo mismo ―objetó el señor Brul.”
[p123]
“…mientras exista un lugar en el que haya aire, sol y hierba, tenemos la obligación de lamentar no estar allí, sobre todo si somos jóvenes.”
[p123]
―Pero esto es una ciencia alentadora ―dijo el señor Brul―, ¿no le parece?
―Cuando se da uno cuenta de que no lo alcanzará jamás ―dijo Wolf ―, y que hay que delegar su disfrute a generaciones tan lejanas como las nebulosas del cielo, este aliento se convierte en desesperación y lo precipita a uno al fondo de sí mismo como el ácido sulfúrico precipita las sales de bario, para explicarlo en un lenguaje escolar.”
[p124]
“El amor es una actividad física tan descuidada como las demás”
[p125]
Se lamió la nariz con glotonería y emitió un sonido incongruente.
―Funciono ―dijo―. Lo demás son tonterías. Y ahora me retiro a mis cuarteles. Les quiero mucho, y puede que siga comprendiéndoles, pero no abriré más la boca. Tengo mi uapití. Encuentren el suyo.
Lil se sonó y acarició al senador, que movió la cola, acercó la nariz al cuello del uapití y se durmió.
―¿Y si no hubiera uapitís para todo el mundo? ―dijo Wolf.” [p128]
[Á: ―Se busca un panda rojo ―comenta Juan desde la cocina.
―Y si no existe lo inventamos por ustedes ―aclara Arjona mientras ceba un mate]
[Á: ¿Vivirán las plantas en la satisfacción absoluta?
[Á: Si hablar siempre es intentar convencer, como postula en alguna página Barthes, en medio de la felicidad absoluta no deseo nada, nada me falta, y por lo tanto, pierdo todo interés en someter a otra persona, en convencer: no necesito hablar.
[Á: Merodear-Melodear]
“…como la sombra en el interior de una flor.” [p139]
“…siempre me ha horrorizado la idea de hacer la corte a una persona según el procedimiento típico, que consiste en hablarle del claro de luna, del misterio de su mirada y de la profundidad de su sonrisa.” [p158]
[Á: Pero si el burro no coge por lindo ni por hablar del claro de luna, Wolf.]
“…no hay ninguna razón para tratar a una mujer con más cortesía que a un hombre. …
―Es usted un insensato ―le recriminó Aglaé ―. Pretende usted tratarlas como habría de tratarlas si no estuvieran condicionadas por siglos de esclavitud.” [p158]
[Á: Recuerdo al tío de una amiga y su postulado (que no es únicamente suyo) de que el feminismo es machismo al revés. ¿Será que las personas a favor de la esclavitud humana intentaban desacreditar el antiesclavismo diciendo que las personas liberadas esclavizarían posteriormente a las que nunca fueron esclavas? Probablemente sí, como actualmente hay personas que pretenden desacreditar las posturas veganas diciendo que si no comemos a las vacas la sobrepoblación bovina va a generar estragos en el mundo.]
“―Perdóneme ―contestó―, pero en la vida he podido leer mensaje alguno en una mirada.
Aglaé le miró con severidad.
―Diga más bien que no se ha atrevido ―dijo, despreciativa ―. O que ha tenido miedo.” [p159]
[Á: No serás feliz dos veces en la misma mirada. Heráclito.]
“…era mezquino sentir un dolor que no llevara a la muerte…” [p168]
[Á: La hiperbolización de toda experiencia. No aceptar una hojita (incluso: ser incapaz de disfrutarla) por estar deseando todo el bosque. No recibir una papafrita por no ser dueño legítimo de todo el paquete. No querer amar a alguien un viernes por no poder amarle todas las semanas. Forma de proceder bastante insensata y que lleva a la escasez de placer.]
Boris Vian. La Hierba Roja (L’Herbe Rouge). 1980 (Edición Original: 1962). Traducción: Jordi Marti. Parets de Vallès, Barcelona.
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