“…san Francisco anticipó todo lo que hay de más liberal y simpático en el temperamento moderno: el amor a la naturaleza, el amor a los animales, el sentido de la compasión social y el de los peligros espirituales de la prosperidad y aun de la propiedad misma.” [p5] “…lo bien que le sienta recibir, en una nube de misterio y soledad, y no infligidas por mano de hombres, las heridas incurables y eternas que sanan al mundo.” [p10 y 11] “Fue un enamorado. Un enamorado de Dios, y también un enamorado de los hombres (cosa que encierra, probablemente, una vocación mística todavía más singular). Un enamorado de los hombres es casi lo contrario de un filántropo; y, por cierto, la pedantería del vocablo griego encierra algo así como una sátira. Un filántropo puede decirse que ama a los antropoides. Pero como san Francisco no amó a la humanidad, sino a los hombres, tampoco hubo de amar a la cristiandad, sino a Cristo.” [p11 y 12] [Á: ¿“la humanidad” no es un vocablo que no tiene ninguna entidad re
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