Noche nublada de domingo. Las nubes no caían a la ciudad, sino que las luces de la ciudad rebalsaban en las nubes. Fresco. Especial para caminar. Sin tiempo. Un olor como a silencio, a que no va a pasar nada malo. Fui a ver teatro. Las Hijas de Bernarda, en el complejo cultural Galatea, con dirección (versión) y puesta en escena de Edgardo Dib, y a cargo de la Compañía Artística Sandra Sisti y la Compañía Teatral ELE-TE. La obra básicamente muestra cómo una mujer criada “a la antigua” (Bernarda Alba, interpretada por Javer Lúquez Toledo) impone al encierro a sus hijas luego de la muerte de su marido, para mantenerlas al resguardo de los pecados y los chismes del pueblo, para mantener el buen nombre y la honra de la familia; pero la menor, Adela, no está dispuesta a envejecer entre paredes y perderse la vida (o el sexo), así que sale a escondidas para acostarse con un tipo, que de paso es el pretendiente de su hermana mayor. Pero todo esto lo digo sólo para contextualizar un poco ...
Desde el verano de 1996