Se le nota en la voz, por dentro es de colores, y le sobra el valor que le falta a mis noches: y se juega la vida siempre en causas perdidas. Ojalá que me la encuentre a ella entre tantas flores, Ojalá que se llame Amapola, que me coja la mano y me diga que sola no comprende la vida, no, y que me pida "más, más, más, más, dame más." Y que me pida... Es capaz de nadar en el mar más profundo; igual que un superhéroe, de salvar al mundo. Donde rompen las olas salva una caracola. Ojalá que me despierte y no busque razones, Ojalá que empezara de cero, y poderle decir que he pasado la vida sin saber que la espero, no, y sin que me pida "más, más, más, más, dame más." Sin que me pida. Si te vas me quedo en esta calle sin salida, sin salida. Que este bar está cansado ya de despedidas, de despedidas. Como un extraterrestre se posa en el suelo y me ofrece regalos que trae de otros cielos. Le regalo una piedra recuerdo de la Tierra. Me pregunta p
Desde el verano de 1996