Una noche e n las calles de Lomas, sin puntos ni comas le dio por hablar. Su lunar. su iglesia y su candombe no aclaraban a dónde apuntaba el pulgar. Y era linda, por dios que era linda, si patinaba y seguía siendo linda... No cantaba muy bien y no andaba mejor, pero sonreía y era la más linda. Y salimos a quemar las veredas, a enroscarnos en seda, Biblia y calefón; a salvar al país... ¡No! ¿Qué digo al país... si salvamos al mundo? ¡Salvamos al mundo! Salvamos al mundo esa noche. ¡Salvamos al mundo! Y cuánto más, cuánto más salvamos... Y cuánto más... Las pasiones que dan escalofríos son aquellas que no se mezclan con el agua. Si ella supo decir yo no pude escuchar: si el amor no se da esto es democracia. Y salimos a quemar las veredas, a enroscarnos en seda, Biblia y calefón; a salvar al país... ¡No! ¿Qué digo al país... si salvamos al mundo? ¡Salvamos al mundo! Salvamos al mundo esa noche. ¡Salvamos al mundo! Yo viviendo
Desde el verano de 1996